Por Silvana de Prado
«La muerte quizá solo sea un alto en el camino»… Hace un par de años una muerte inexplicable me llevó a escuchar esta canción. No era alguien cercano pero tal como sucedió me refrescó cosas que olvidamos con facilidad imbuidos en nuestro trajín diario. Ayer me vino el tema a la cabeza de nuevo y volví a sentir la necesidad de escucharlo al llegar de la escuela. Hoy me lancé al nuevo día aunque sin obviar ni olvidar la anécdota. No había sido ninguna casualidad, no. Y cuando la muerte hace acto de presencia lo hace para llevarse a alguien, tocándole a veces a un ser querido y en ocasiones también de forma inexplicable. Cuando se trata de alguien joven de quien solamente se pueden decir cosas buenas es inevitable preguntarse por qué ha sido llamado tan pronto…Pero ojo, que a los que quedamos en tierra la muerte nos deja pistas importantes sobre la propia vida y su irrupción nunca dejará de ser una oportunidad para reflexionar sobre como la estamos viviendo.
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