Por Silvana de Prado
(En imagen uno de tantos ninis cuya imagen se hizo pública a partir de un conocido programa de televisión)
03/12/2017
Un nini* de 26 entra de noche en un colegio de Cedeira y pasa 3 horas causando destrozos. Mañana no podrán abrir sus puertas y todos los alumnos del centro se quedan sin poder ir a clase. Muy fuerte no, lo siguiente. Igual era buen momento para enseñarle la regla de 3: Ahora te destrozamos a ti durante 3 horas.
Nini: Ni estudia ni trabaja. Se dedica a parasitar, a hacer daño o a destrozar directamente. No es un fracaso del sistema educativo. Es un beneficiado de la corrección política de nuestro sistema y en última instancia de la falta de autoridad de sus padres. Quienes los padecemos en primera línea somos los maestros y profesores hasta que acaba la escolaridad obligatoria, y aun después (Que luego algunos aún se dedican a asaltar el centro educativo que los tuvo que soportar durante años, con nocturnidad y alevosía, para destrozar, robar o lo que se tercie, porque saben que no les va a pasar nada. Raro es enseñar en un centro educativo en nuestro país en el que no hayan entrado a causar daños este tipo de elementos). LA ESCUELA ES NUESTRA SEGUNDA CASA.
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