Elvis and volunteer
Homenaje a los voluntarios, homenaje al pequeño Gabriel.
Por Silvana de Prado
¿Qué sería la escuela sin esos niños y niñas siempre dispuestos?. No hay nada que alegre más a una maestra que la mano rápidamente levantada de cualquiera de estos entusiastas y esa ilusión irradiante en su cara. Ellos son la segunda chispa que hace que todo funcione. ¿Quién sale a hacer este ejercicio a la pizarra? ¿Álguien recuerda lo que expliqué sobre esto? ¿Quién ayuda a este compañero? ¿Quiénes me ayudan a colocar todos los posters que cayeron? ¿Quién va a la clase de al lado a pedirle a la otra profe el mando del proyector que el nuestro no va?. En cada clase siempre hay unos cuantos incondicionales de los profes dispuestos a ayudar en lo que sea, generosidad en estado puro, y esto tiene un valor incalculable. Son un valor incalculable para el profesorado, para el resto de sus compañeros y para cualquier entorno social en el que participen fuera de la escuela. Y es que, exceptuando los casos de timidez, cada vez más niños se mueven solo por objetivos, niños realmente pequeños que ante el requerimiento de un adulto responden pidiendo algo a cambio; como viejos usureros. Es un espanto. Tal es la influencia que ejerce el materialismo en nuestra sociedad y así lo constatamos todos los días en la escuela. A los voluntarios, en cambio, todo les va sonriendo porque hacen siempre por hacer lo correcto. Disfrutan y aprenden por el camino sin pensar en lo que han perdido. Con esa energía luminosa que portan acaban arrastrando hasta a los más tímidos. Su actitud siempre es tenida en cuenta y cuando reciben pequeñas recompensas ya están ofreciéndose para lo siguiente. Son lo mejor…Gabriel siempre será uno de estos voluntarios. Quienes conocemos a los niños lo supimos al ver su foto desde el primer momento. Una de estas personitas que hacen que su casa, su clase, su escuela y su vecindario sean un lugar mejor… Homenaje a los voluntarios, homenaje al pequeño Gabriel.
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