LA BIBLIOTECA DE AULA

Por Silvana de Prado

 

Toda aula que se precie debería tener su propia biblioteca. A los niños les gusta compartir sus propios libros con los compañeros y leer lo que los otros trajeron de su casa, consultar palabras constantemente en el diccionario y poder acceder a las sorpresas que, poco a poco, la maestra va incorporando. Así, de vez en cuando, comparto con ellos materiales a los que no suelen acceder (por ejemplo, artículos de opinión o investigación, revistas escogidas, coleccionables de algún tema que transcurra entre lo específico y lo muy específico, programas y planos de algunos museos, información turística interesante que voy recopilando a lo largo de mis viajes o libros que les puedan interesar- aunque en principio sean más difíciles para ellos-). Aunque cambie de escuela, de curso o de aula, quien cruce la puerta en mi ausencia sabrá que acaba de entrar en mi clase. Se topará con mis ya clásicas alfombras en las que, los que se han portado bien, pueden disfrutar de una forma todavía más especial sus momentos de lectura. Se encuentran dispuestas bajo esa sencilla biblioteca, o en su área de influencia. Como habréis podido deducir siempre consiste en tres estantes. En un nivel inferior, el más accesible, se encuentran sus libros. En el intermedio, los diccionarios. Y en el superior, mis cosas. ¿Qué hacen cuándo acaban cada lectura? La influencia de las tecnologías es tal que cada vez les cuesta más entrar en el libro de papel, adecuarse a su ritmo y no abandonar por el camino. Al principio les cuesta bastante. En realidad nunca se necesitó reposar más lo leído que en la actualidad. Bueno, pues al finalizar cada libro entonces, ya en su mesa, mis alumnos por lo menos, hacen el resumen con portadilla ilustrada y aportando su opinión personal. Y todos van haciendo sus pinitos, los de 6º lo escriben sobre la pauta que hicieron ellos mismos en su día…¡ Y los de 3º también!

«La puerta secreta del Museo del Prado».

(2ª entrega)

 

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Silvana de Prado en…RECUPERA TU AUTORIDAD CON TUS PEQUEÑOS EN 5 SENCILLOS PASOS

obediencia

Recupera tu autoridad con tus pequeños en 5 sencillos pasos (El Mundo->Familia 30/04/2016)

«Si tus enanitos tienen ya más de tres años y no te hacen caso cuando les pides que hagan algo, asúmelo:te entienden perfectamente pero sencillamente no les da la gana hacerlo. Así que toma las riendas ahora mismo y hazte valer. Recupera tu autoridad. Todavía estás a tiempo, aprende a darles instrucciones en cinco sencillos pasos:

  • Antes de aplicar esta técnica, asegúrate de que vas a estar 100% enfocado siguiendo los pasos. (Sí, hay que estar al 100% enfocado, déjate de pasos y confía en ti mismo y en que lo que haces es por su bien).
  • Prepárate: clarifica en tu mente qué quieres que haga y piensa cómo lo vas a verbalizar en positivo, en concreto y en muy pocas palabras. “No dejes tus cosas tiradas” no sirve porque no estamos comunicando lo que hay que hacer sino lo que no hay que hacer. “Ordena tu habitación” no sirve porque es una tarea poco concreta, no especifica suficientemente lo que hay que hacer y además porque puede parecer una tarea gigantesca. “Guarda estas zapatillas en este cajón” es la manera correcta para empezar: un primer paso claro, sencillo y concreto. Si consigues un primer paso, es más fácil conseguir un segundo. (¿En concreto? Si es «Ordena tu habitación» es «Ordena tu habitación». En nuestras escuelas en Infantil de 3 años ya ordenan todo el aula sin problema en cuestión de segundos !?).
  • Emplea tu presencia: sitúate a la distancia adecuada y adopta una postura firme. No vale pedir las cosas gritando desde otra habitación, acércate lo máximo que puedas hasta que tu presencia le incomode por lo menos un poquito, ponte en una postura erguida, pero cómoda para ti y señala con tu dedo el lugar donde quieras que dirija su atención. (Un poquito o un muchito, eh? Que hay niños y niños, situaciones y situaciones)
  • Ahora sí: verbaliza la instrucción con amabilidad pero con firmeza y sobre todo, repítela. Repítela exactamente igual las veces que haga falta hasta que te haga caso, manteniendo la distancia, tu postura firme y tu tono amable. A medida que vayas repitiendo la instrucción, tu pequeño empezará a sentirse incómodo, mirará hacia otro lado, tratará de despistarte. No te justifiques, no des explicaciones (o caerás en su trampa), simplemente sigue repitiendo exactamente igual la instrucción, firmemente y con amabilidad, como un disco rayado, ése es el secreto de esta técnica. (Con firmeza. Si te pilla amable, amable, si te pilla cabreado, pues cabreado. Naturalidad, ante todo. El secreto es justamente todo lo contrario, no acabar siendo un disco rayado. A la de una, a la de dos…a la de tres! siempre será la fórmula mágica para los más pequeños. En un nivel más avanzado también tenemos el «A la tercera va la vencida»). Llegará un momento en el que tu pequeño empezará a ponerse muy nervioso y puede que incluso llore, grite o haga pataletas: son los últimos coletazos, ¡¡ya casi le tienes!! Recuerda, si te pones nervioso ahora, si te descolocas, si gritas, su energía te habrá vencido y habrás perdido tu autoridad. Sigue repitiendo, firme y amable y tu energía le vencerá. Recuerda que liderar es hacer prevalecer nuestra energía frente a la energía de los demás. (Y dale con la amabilidad a toda costa…se les está enseñando a los niños a obedecer, no a que aprendan falsedad. El tono de voz será el que cada padre considere en cada situación en concreto). Estate preparado, porque la primera vez que emplees esta técnica necesitarás más de veinte repeticiones (y sudarás…). Pero sigue empleándola y en pocos días acabarán haciéndote caso a la primera. (Nada. A la de una, a la de dos…). 
  • Cuando ya te esté obedeciendo, recuerda que acaba de ser “derrotado” y que su pequeño orgullito ha quedado tocado: agradécele que te haya hecho caso pero sin demasiado énfasis o lo vivirá como un recochineo. Márchate y espera a otro momento en el que esté calmado para darle las gracias por hacerte caso y para hacerle reflexionar acerca de lo ocurrido. (Esta parte me encanta…derrotado, orgullo tocado…Jajaja. Me pregunto cuanto pagarán por este tipo de «artículos». Nada de agradecimientos. Jesús! En este tipo de situaciones el niño aprende que en la vida hay cosas que hay que hacer porque sí y punto. Que su primer techo serán sus padres, tíos y abuelos y que más tarde serán las leyes, los cuerpos de seguridad o algo tan sencillo como cumplir las obligaciones que requiera el trabajo. Aprender a obeceder es una de las grandes enseñanzas que lo preparan para el mundo en el que ya ha empezado a vivir)».

(Silvana de Prado)

¿SABÍAS QUE LAS PRIMERAS EN OCUPAR ALTOS CARGOS PÚBLICOS EN NUESTRO PAÍS…?

Por Silvana de Prado

 

elviramendez

Las españolas comenzamos nuestro camino por la igualdad de derechos sociales y políticos no durante la República sino durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

Aunque la mayor relevancia política la tuvieron las mujeres que pertenecieron a la Asamblea Nacional (que fueron 13), no fueron menos importantes, al menos en sus municipios, las mujeres que ocuparon concejalías o, incluso, alcaldías.

Desde 1924 ya hay mujeres alcaldesas. La primera alcaldesa de España fue Matilde Pérez Mollá, ostentando el cargo en el pueblo que la había visto nacer, Cuatretondeta (Alicante), desde el 27 de octubre de 1924 hasta 1929. En este periodo hubo otras cinco regidoras:  Concepción Pérez Iglesias (Portas, Pontevedra 1925-1930), Cruz Palomera Lamberta (Bárcena, Santander), Benita Mendalio (Bolaños de Campos, Valladolid 1926-1930), Dolores Codina (Talladell, Lérida 1924-1931) y Petra Montoro Romero (Sorihuela de Guadalimar,  Jaén 1925) .

También hubo otras que ocuparon alguna concejalía en este período, el primero en el que se permitía oficialmente la participación femenina (algunas de ellas también formaban parte de la Asamblea Nacional). María de Echarri Martínez (Madrid,1924), Vizcondesa de Llanteno (Madrid, 1924), Elisa Calonge Poge (Madrid, 1924), Celsia Regis (Madrid, 1925), Mercedes Quintanilla (Madrid, 1925), Dolores Perales González-Bravo (Madrid, 1925), Victoria Quílez Zuera (Zaragoza, 1926), Elvira Conde Zuera (Zaragoza, 1926), Viuda de Ibarra (Bilbao, 1926), René Castellón (Bilbao, 1926), Micaela de Isla Vallecilla Herce (Logroño, 1926), Mª Nieves Sainz de Heredia (Madrid, 1927), Micaela Díaz Rabaneda (Madrid, 1927), Ángela González Fiori (Madrid, 1927), Elvira Méndez de la Torre (Toledo, 1927), Concepción Pérez Baturones (San Sebastián, 1928), Carmen Resines (San Sebastián, 1928) y María López de Sagredo (Barcelona, 1930).

Parece mentira que todavía sepamos tan poco de ellas, muchas maestras, así como de ciertos periodos de nuestra Historia como este. A algunas, como a Doña Elvira Méndez de la Torre, les dedicaré una entrada…¡Estad atentos!.

 

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HAY QUE DEJAR AL NIÑO SOLO CON SU PLATO

Por Silvana de Prado

 

La infancia y la juventud siempre serán una preparación para el mundo adulto. Es fundamental que los padres tracen una dirección común a seguir ya desde sus primeros pasos y que vayan subiendo el nivel de exigencia. La dualidad, lo que aporta el padre por un lado y la madre por el otro, es enriquecedora, pero lo que es de vital importancia es que en lo sustancial, sean uno ante él. Lo sustancial es lo que juzguen más importante mientras ellos sean los responsables de la educación de su hijo. Padre y madre, aunque se puedan expresar de forma diferente, tendrán la llave siempre que tengan un criterio unificado en relación a felicitaciones, recompensas u otras cuestiones relevantes para ellos, pero sobre todo ante los límites o castigos que consideren necesarios dentro de la familia. Respecto a la comida, por ejemplo, al niño le puede gustar más o menos su plato tal como nos sucede a nosotros, pero el objetivo es que al final, en cuanto amplíe su círculo, pueda entrar en cualquier casa. Y que nos pidan que vuelva siempre.

 

comesola

 

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EL QUIJOTE

Por Silvana de Prado

 

«Un maestro lúcido con El Quijote en las manos puede hacer mucho más que cualquier plan educativo» Arturo Pérez-Reverte.

Sobre nuestro insigne escritor Maestros contra el Mundo Moderno recomienda el enlace que viene a continuación…Miguel de Cervantes Saavedra ( entrega)

elquijote

 

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LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Por Silvana de Prado

 

figasantiago

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al maestro que enseña a tu hijo.

2. No tomarás el nombre del maestro en vano. Después de padres y abuelos es la siguiente autoridad para el niño y como tal hay que respetarla.

3. Santificarás la labor del maestro, tanto si crees como si no.

4. Honrarás al maestro, por los milagros que obra con tu criatura.

5. No le desautorizarás ante el niño, no le ofenderás, ni le atacarás (en casa, a través de la agenda, mediante el envío de notas, por teléfono, en el propio centro escolar, en los grupos wasap de mamás…etc.) ¡Ni por asomo!. La escuela nunca fue, es o será una taberna.

6. No cometerás actos impuros como: difamarlo (en el pueblo, en el barrio o en las redes), denunciarlo (ante sus superiores o ante la mismísima Consejería de Educación por cualquier chorrada que contemple la modernidad, saltándote además el protocolo establecido por la escuela), entrar en el aula sin su permiso y en su ausencia, manipular los materiales escolares de tu hijo o, ante la ausencia de educación en casa, solicitar informes psicológicos externos sobre el niño para obligar al maestro a exigirle lo que al psicólogo al que le pagaste y a ti os apetezca.

7. No le robarás al maestro el tiempo que invierte en la educación de tu hijo cuando no sea necesario (por cualquier chorrada que contemple la modernidad).

8. No dirás falso testimonio ni mentirás. No se miente sobre el maestro.

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. El maestro no es la causa de tus problemas,

luego no le desees ningún mal.

10. No codiciarás los bienes ajenos. Deja de envidiar los dos meses de vacaciones de verano del maestro,  el 99% de la población no tendría ni la instrucción ni la paciencia necesarias para hacerse cargo de un puñado de niños durante una sola jornada escolar completa.

Y como no hay 10 sin 11…
11. No tendrás la cara de presentarte en la escuela sin cita previa y pretendiendo ser atentido. En la peluquería puede valer pero en una escuela NO. Cada maestro-tutor es responsable de sus alumnos desde que entran hasta que salen del centro. En efecto, una responsabilidad tremenda. ¿Serás tú quien intente ponerlo en aprietos?. Luego hay que escuchar en las tutorías las urgencias de estos espontáneos que nunca pueden esperar a las tutorías y que te aparecen en el lugar más insospechado del colegio… (¡Que sí, que sí, que algunas ya tenemos material para un buen libro de chistes!)…

 

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