Por Silvana de Prado
Hace poco, un docente denunciaba que había tenido que forcejear con uno de sus alumnos para evitar que agrediera con fuerza a otro y, por la actitud del chaval, salió él con una buena contusión en una mano ( ! ). El maestro. Y mucha gente se preguntará cómo hemos llegado a esta situación. MAESTROS CONTRA EL MUNDO MODERNO lleva desde sus comienzos denunciando las principales causas y consecuencias de la pedagogía moderna. Y esto lo saben nuestros lectores.
¿CÓMO PUEDE UN CHAVAL DE 12 AÑOS DESAFIAR HASTA TAL PUNTO A UN PROFESOR?. PORQUE EN CASA Y/O EN LA ESCUELA…
1) SE HA REBAJADO HASTA LÍMITES INSOSPECHADOS LA PERCEPCIÓN DE LO QUE ES UNA FALTA Y LO QUE NO LO ES.
2) SE LE HA PASADO LA PRIMERA FALTA IMPORTANTE, Y LAS SUCESIVAS (tanto si era así desde pequeño como desde que cambió). ¡Claro que los niños cambian! y algunos lo hacen drásticamente para mal (o muy mal). La metodología a seguir por padres y profesores entonces debe cambiar ipso facto y dar un giro de los grados que hagan falta.Y esto se tiene que traducir en el régimen de libertades directamente. Hay actitudes que son intolerables en una escuela. Una escuela no es el parque del barrio o el patio de un reformatorio. A un alumno como este no se le debería dejar ni pestañear.Y la mano se va abriendo cuando hay un cambio constatable «en el tiempo». «En el tiempo» no son dos semanas.
3) LOS CASTIGOS. En la actualidad no se permite castigar de la misma manera en casa que en la escuela. Los castigos «que se permiten» hoy en las aulas en casos como los de este chico, también gracias a la pedagogía moderna, son insuficientes o no guardan relación con lo que hizo. A un alumno furibundo, al que no le importa lesionar a su profesor, no le valen ni las copias, ni recoger la basura del patio, ni quedarse sin excursiones ni que lo expulsen simbólicamente unos días. Estos castigos no son proporcionales a la falta cometida ni tienen efecto pedagógico que corrija su conducta (al no estar relacionados con lo que él hizo). Si un docente se sale de esos «tres o cuatro castigos para todo» puede llegar a peligrar su puesto de trabajo (denuncia de padres y si su Equipo Directivo o la Inspección no lo apoyara). No sabemos qué castigos previos se le impusieron al alumno y si los tuvo que cumplir hasta el final, ojo. Si fueron estos tres o cuatro que se nos permiten lo que relata este colega docente solo era cuestión de tiempo que pudiera llegar a pasar.
4) COORDINACIÓN Y CONSENSO ENTRE EL PROFESORADO. Un alumno que llega a forcejear con su profesor «no se ha vuelto loco» de la noche a la mañana. En ocasiones te encuentras que has estado un par de años modelando la conducta de un alumno problemático (o muy problemático) que con el cambio de curso y de profesor si pasa a manos de otro tutor más «moderno» se vuelve a torcer otra vez a lo largo de esos dos cursos siguientes. La mayoría del alumnado va respondiendo a un abanico metodológico que iría desde lo tradicional hasta lo moderno pero ningún alumno de estos desafiantes, maleducados , agresivos y/o caprichosos ha avanzado ni avanzará jamás con charlas, juegos, sonrisas y susurros. Y esto lo sabemos todos. También quienes predican y practican la pedagogía moderna, o qué os creéis. Bondad, comprensión y felicidad ante todo ¡pero que la bomba no nos explote a nosotros en la cara!. Que se las apañe luego el de al lado o que venga después…
5) LA FAMILIA. Comentaba este profesor también que los padres querían interferir en el castigo que impusiera la escuela tras esta última y gravísima falta. Volvemos a padres que se quieren inmiscuir en la enseñanza. A estos hay que recordarles que su tarea es educar a sus hijos en casa, que en la escuela les enseñamos nosotros. Recordárselo las veces que haga falta y siempre que haga falta. Esto último lo tiene que tener muy claro todo el equipo docente, especialmente la Dirección de cada centro. En ocasiones, este tipo de padres, que no representan a la mayoría, hacen y deshacen hasta donde se les permita. Y pueden perjudicar bastante…Si se les deja.
6) LA DISTANCIA Y LO QUE YA NO SE ENSEÑA EN MAGISTERIO. Casi todo lo que se ha ido comentando a nivel pedagógico a lo largo de esta reflexión hace mucho que no se enseña en la Facultad de Ciencias de la Educación. LA DISTANCIA sería uno de estos conceptos fundamentales proscritos. «¿ Se habrá(n) acercado demasiado a este alumno?». Veamos, la distancia con el alumnado tiene que ir aumentando una vez se supera la educación maternal y esto comprobamos diariamente que no es así en un montón de centros educativos. ¿¡Cuántos alumnos de 5º o en 6º aún agarran por el brazo al maestro para ser atentidos!?. Mantener cierta distancia con el alumnado no significa no estar cerca de él y evita confusiones y el exceso de confianza. Mantener cierta distancia con el alumnado le indica al propio alumnado quien es el maestro, que no es un amiguete; es una AUTORIDAD (como sus padres, abuelos…etc.) y como tal debe ser respetado. Luego, el docente no se debe acercar de la misma manera a todos los alumnos. Claro que no, hay alumnos que por su personalidad y actitud merecen una mayor proximidad y apertura que otros (cercanía). Esta cercanía o distanciamiento (dependiendo) lo mostramos principalmente con nuestro cuerpo (postura, expresión facial y gestos manuales) y con nuestra voz (tono, tipo de oraciones y expresiones). Si tenemos que agarrar a un niño del brazo pueden pasar dos cosas: Que se resista, como le pasó a este profesor, o que desista (aun encontrándose como una olla exprés). Esa mano que le agarra eres TÚ y ese TÚ tiene que saber quien es ya hace tiempo (si eres su profesor habitual)…Y ese TÚ tiene que dejar claras una serie de cosas desde el principio. Una de ellas es: «POR LAS MALAS, NADA». En clase, desde comienzo de curso, ya van surgiendo situaciones en las que el alumnado puede comprobar: 1. Que TÚ pones las normas básicas y, además, les haces ver que hay rangos de importancia entre ellas; esta entraría dentro de las inquebrantables («Bajo ningún concepto»). 2. Que «haces lo que dices que vas a hacer» cuando se quebrantan (en este caso). Después, hagas lo que hagas, romper esa norma «no puede haber molado ni puede molar en el futuro». Cuando molas…¡mooolas! y cuando no molas, no molas nada de nada (¡y a algunos les molarás todavía menos!). Y, bueno, esto también es así en casa de todo hijo de vecino (o debería ser). Hasta en los hogares de esos padres que saben siempre más que nosotros de enseñanza sin ser maestros ( ! )…¿Sabéis de qué está muriendo nuestra sociedad? ¡De ignorancia, pretensión, cobardía e hipocresía!.
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