Por Silvana de Prado
El incremento de casos de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) es abrumador. El autismo se manifiesta en alteraciones del desarrollo de diversas funciones del sistema nervioso central, que se caracterizan por la presencia de dificultades específicas en las áreas social, comunicativa y cognitiva.
«No es una enfermedad y, en consecuencia, no tiene cura. Es una condición diferente». Sostiene Jenny Gundín, madre de alumno con TEA que ha conseguido grandes logros, que «Cuando una familia recibe el diagnóstico, lo que no tiene que hacer, es darles lejía o llevarlos a terapias milagrosas. Lo que es fundamental es tratarlos como a todos los niños. Trabajar con ellos mucho más. Recomienda, además, pedir apoyos y acudir a las asociaciones especializadas en este tipo de trastornos».
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