Silvana de Prado en…RECUPERA TU AUTORIDAD CON TUS PEQUEÑOS EN 5 SENCILLOS PASOS

obediencia

Recupera tu autoridad con tus pequeños en 5 sencillos pasos (El Mundo->Familia 30/04/2016)

«Si tus enanitos tienen ya más de tres años y no te hacen caso cuando les pides que hagan algo, asúmelo:te entienden perfectamente pero sencillamente no les da la gana hacerlo. Así que toma las riendas ahora mismo y hazte valer. Recupera tu autoridad. Todavía estás a tiempo, aprende a darles instrucciones en cinco sencillos pasos:

  • Antes de aplicar esta técnica, asegúrate de que vas a estar 100% enfocado siguiendo los pasos. (Sí, hay que estar al 100% enfocado, déjate de pasos y confía en ti mismo y en que lo que haces es por su bien).
  • Prepárate: clarifica en tu mente qué quieres que haga y piensa cómo lo vas a verbalizar en positivo, en concreto y en muy pocas palabras. “No dejes tus cosas tiradas” no sirve porque no estamos comunicando lo que hay que hacer sino lo que no hay que hacer. “Ordena tu habitación” no sirve porque es una tarea poco concreta, no especifica suficientemente lo que hay que hacer y además porque puede parecer una tarea gigantesca. “Guarda estas zapatillas en este cajón” es la manera correcta para empezar: un primer paso claro, sencillo y concreto. Si consigues un primer paso, es más fácil conseguir un segundo. (¿En concreto? Si es «Ordena tu habitación» es «Ordena tu habitación». En nuestras escuelas en Infantil de 3 años ya ordenan todo el aula sin problema en cuestión de segundos !?).
  • Emplea tu presencia: sitúate a la distancia adecuada y adopta una postura firme. No vale pedir las cosas gritando desde otra habitación, acércate lo máximo que puedas hasta que tu presencia le incomode por lo menos un poquito, ponte en una postura erguida, pero cómoda para ti y señala con tu dedo el lugar donde quieras que dirija su atención. (Un poquito o un muchito, eh? Que hay niños y niños, situaciones y situaciones)
  • Ahora sí: verbaliza la instrucción con amabilidad pero con firmeza y sobre todo, repítela. Repítela exactamente igual las veces que haga falta hasta que te haga caso, manteniendo la distancia, tu postura firme y tu tono amable. A medida que vayas repitiendo la instrucción, tu pequeño empezará a sentirse incómodo, mirará hacia otro lado, tratará de despistarte. No te justifiques, no des explicaciones (o caerás en su trampa), simplemente sigue repitiendo exactamente igual la instrucción, firmemente y con amabilidad, como un disco rayado, ése es el secreto de esta técnica. (Con firmeza. Si te pilla amable, amable, si te pilla cabreado, pues cabreado. Naturalidad, ante todo. El secreto es justamente todo lo contrario, no acabar siendo un disco rayado. A la de una, a la de dos…a la de tres! siempre será la fórmula mágica para los más pequeños. En un nivel más avanzado también tenemos el «A la tercera va la vencida»). Llegará un momento en el que tu pequeño empezará a ponerse muy nervioso y puede que incluso llore, grite o haga pataletas: son los últimos coletazos, ¡¡ya casi le tienes!! Recuerda, si te pones nervioso ahora, si te descolocas, si gritas, su energía te habrá vencido y habrás perdido tu autoridad. Sigue repitiendo, firme y amable y tu energía le vencerá. Recuerda que liderar es hacer prevalecer nuestra energía frente a la energía de los demás. (Y dale con la amabilidad a toda costa…se les está enseñando a los niños a obedecer, no a que aprendan falsedad. El tono de voz será el que cada padre considere en cada situación en concreto). Estate preparado, porque la primera vez que emplees esta técnica necesitarás más de veinte repeticiones (y sudarás…). Pero sigue empleándola y en pocos días acabarán haciéndote caso a la primera. (Nada. A la de una, a la de dos…). 
  • Cuando ya te esté obedeciendo, recuerda que acaba de ser “derrotado” y que su pequeño orgullito ha quedado tocado: agradécele que te haya hecho caso pero sin demasiado énfasis o lo vivirá como un recochineo. Márchate y espera a otro momento en el que esté calmado para darle las gracias por hacerte caso y para hacerle reflexionar acerca de lo ocurrido. (Esta parte me encanta…derrotado, orgullo tocado…Jajaja. Me pregunto cuanto pagarán por este tipo de «artículos». Nada de agradecimientos. Jesús! En este tipo de situaciones el niño aprende que en la vida hay cosas que hay que hacer porque sí y punto. Que su primer techo serán sus padres, tíos y abuelos y que más tarde serán las leyes, los cuerpos de seguridad o algo tan sencillo como cumplir las obligaciones que requiera el trabajo. Aprender a obeceder es una de las grandes enseñanzas que lo preparan para el mundo en el que ya ha empezado a vivir)».

(Silvana de Prado)

Autor: Maestros contra el Mundo Moderno

Silvana de Prado, una Maestra contra lo peor del Mundo Moderno. Maestra de Educación Primaria aunque también trabajé en Educación Infantil, Pedagogía Terapéutica y Atención Educativa Domiciliaria. La pedagogía moderna tiene sus días contados y la regeneración pedagógica ya asoma por el horizonte... ¿Quieres colaborar enviando algún artículo, enlace o alguna de tus experiencias en la escuela que no gire en torno a las nuevas tecnologías? Si es así escribe a: silvanadeprado@gmail.com. ¿Estás en facebook? ¡Mi blog "Maestros contra el Mundo Moderno" también!.

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